¡No sólo acaba de cruzar la frontera, sino toda la galaxia!". Así se promociona en Internet el último disfraz de Halloween que ha provocado la polémica en Estados Unidos, especialmente entre los grupos proinmigración que ven el traje naranja de presidiario, acompañado de una máscara de extraterrestre y una "green card", la tarjeta verde de residencia legal, como una "ofensa" para los 12 millones de indocumentados que tiene el país.
La fiesta de Halloween de finales de octubre es aprovechada tradicionalmente por muchos estadounidenses para burlarse de los principales personajes políticos y famosos del país.Pero para algunos grupos, las burlas tienen un límite.
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