Aunque cada organismo es un mundo, hay comidas difíciles de digerir
y manejar para una gran cantidad de personas. La digestión se convierte
en un lento y tortuoso camino.
¿Quiénes son culpables?
Pechuguitas fritas: Cada vez que toma un alimento, lo pasa por huevo y harina y luego lo fríe, lo convierte en "algo" difícil de digerir. Y si de paso sufre de algún padecimiento gástrico, las comidas altas en grasa pueden causarle situaciones de vómitos o diarrea. Si quiere lograr una versión más saludable, pero con el mismo sabor, congele las pechugas, enharínelas ligeramente y luego hornéelas.
Comidas Picantes: Los pimientos picantes, como los jalapeños, dan un gusto sorprendente a las comidas, pero igualmente pueden irritar el esófago. El resultado: un insoportable ardor en la boca del estómago, que no lo disimulan las salsitas con las que intentó paliar el picante original. Para la próxima, en lugar de intentar "disfrazar" el picante que su estómago no soporta, aunque igual le guste, opte por una opción menos "picantosa".
Chocolate: Esta delicia, cuando abusamos de ella, genera problemas. Para los que sufren de reflujo gastro-esofágico, aún una pequeña cantidad les causa problemas. Y es que el chocolate causa que el esfínter se relaje permitiendo que el ácido gástrico suba. Y comienzan los achaques.
Jugos de frutas cítricas: Son problemáticos en las mañanas, si los
tomamos con el estómago en pijamas y de por sí, lleno de ácido. En esa
condición, tomarse un vaso de jugo cítrico añade más ácido y hace que
su estómago duela, literalmente.
Puré de
papas: Difícil de creer de este alimento que generalmente tomamos
cuando estamos enfermos (después de la sopa, claro). Pero si es del
amplio grupo de intolerantes a la lactosa, el puré de siempre,
preparado con mantequilla y leche, hará todo por usted menos hacer que
sienta mejor. Para cuando lo prepare en casa, use leche sin lactosa y
margarina para mantenerlo cremoso, delicioso y tolerable.
Cebolla
cruda: Las cebollas junto con sus primos el ajo, el puerro y el
cebollín están llenos de fitonutrientes protectores de nuestra salud.
Algunos de ellos pueden causar problemas estomacales. Cocinarlos
ligeramente parece desactivar parte de los efectos, pero también parte
de sus beneficios. Para aprovechar todas sus cualidades, sin sentir
efectos secundarios, los nutricionistas aconsejan mezclar parte cocida
y parte cruda en nuestras preparaciones.
Comentarios